A medida que las ciudades se calientan y luchan contra implacables olas de calor, recordamos las ingeniosas soluciones de la humanidad en el pasado y cómo pueden informar nuestros futuros diseños urbanos. En la antigua Persia, estructuras como el yakhtchal y el badguir convertían la naturaleza en un aliado, enfriando efectivamente los espacios habitables. Hoy en día, adaptar estos diseños ingeniosos puede ser la clave para lograr ciudades naturalmente más frescas y habitables.

Sabiduría Antigua para Ciudades Modernas

El yakhtchal, una estructura comunal similar a un frigorífico, fue originalmente construido con materiales porosos que aprovechaban el frío para preservar el hielo y la comida durante los ardientes veranos. En conjunto, el badguir — conocido como atrapavientos — canaliza el flujo de aire para proporcionar un sistema de enfriamiento pasivo, utilizando agua subterránea para reducir las temperaturas dentro de los espacios habitables. Estos métodos antiguos ofrecen valiosos conocimientos para los desafíos del diseño moderno.

Innovar con Técnicas Tradicionales

Colaborando con la arquitecta Imma Sierra, la diseñadora Clémence Althabegoïty ha revitalizado viejos conceptos para su uso contemporáneo. Un ejemplo es el “Pavillon de l’air”, una instalación moderna que refleja metodologías antiguas. Con sus elementos de terracota encerados con cera de abejas, enfría el aire a través de la evapotranspiración, proporcionando un refugio sereno del calor urbano.

Aprovechando los Espacios Subterráneos

Ciudades como París están salpicadas de puntos frescos ocultos, antiguos túneles y canteras que yacen bajo la superficie. El proyecto “14C” explora estos ambientes naturalmente frescos, proponiendo la estandarización de tales espacios como refugios de enfriamiento. Al abrazar estas partes tranquilas, casi olvidadas, de nuestros paisajes urbanos, las ciudades podrían ofrecer un respiro y renovación para las futuras generaciones. Según Monocle.

Uniendo lo Antiguo con lo Nuevo

Aunque las soluciones de baja tecnología tienen un inmenso valor, coexisten con las últimas innovaciones. Tecnologías como la imagen térmica mejoran la planificación de proyectos, mientras que los avances eléctricos reducen la contaminación acústica. La fusión de la sabiduría antigua con nuevas ideas promueve un enfoque holístico para la resiliencia urbana, donde las ciudades utilizan todo el espectro de recursos disponibles.

Adoptando Decisiones Más Inteligentes

Nuestra noción convencional de “ciudades inteligentes” necesita expandirse. Más allá de sensores y algoritmos, la inteligencia radica en equilibrar la tecnología con la sostenibilidad, creando espacios sombreados, aprovechando los recursos naturales y fomentando la comunidad. Elevar el confort con simplicidad puede conducir a ciudades más resilientes listas para enfrentar los cambios climáticos con gracia.

Al seguir el ejemplo de nuestros predecesores mientras renovamos estos conceptos con ingenio moderno, los centros urbanos pueden convertirse en santuarios frescos, armonizando naturalmente con su entorno.