Las plataformas de redes sociales surgieron originalmente como una forma divertida y sencilla de conectar con amigos. Ahora, también se han convertido en prósperos centros de intercambio de información, pero no toda ella es fiable. Como se indica en Spectrum News, distinguir los hechos de la desinformación en estas plataformas, especialmente TikTok y X (anteriormente Twitter), es cada vez más desafiante. Con más de la mitad de los adultos en EE.UU. confiando en las redes sociales para obtener noticias, la necesidad de detectar noticias falsas es más crucial que nunca.
El Auge de la Desinformación
Kalle Lyytinen, un experto en innovación digital que enseña en la Universidad Case Western Reserve, ha observado la rápida propagación de la desinformación fomentada por las tecnologías digitales. A diferencia de la prensa escrita tradicional y de confianza, el entorno digital actual permite que cualquiera cree y difunda noticias falsas, ya sea en texto, vídeo o audio.
La Influencia de los Algoritmos
Los algoritmos en los sitios de redes sociales amplifican el contenido en función de la interacción del usuario—me gusta, compartidos, y comentarios. Desafortunadamente, según Lyytinen, esto a menudo significa que el contenido sensacionalista o engañoso toma protagonismo.
Preparación para la Verdad
Entender la desinformación requiere discernimiento del espectador. Según Lyytinen, la formación adecuada puede ayudar a los usuarios a identificar y examinar mejor el contenido dudoso. Es este enfoque crítico el que los individuos deben cultivar.
Consejos para Verificar la Autenticidad
La Biblioteca de la Universidad de Cornell ofrece pasos prácticos para combatir la desinformación: verificar la historia, comprobar la fecha de la publicación, contrastar las fuentes, evaluar la credibilidad del autor y confirmar la autenticidad del contenido antes de compartir.
Un Llamado a la Responsabilidad
William Tarter Jr., presidente de la NAACP de Cleveland, enfatiza la importancia de compartir información creíble, reiterando que organizaciones como la suya deben asumir la responsabilidad de garantizar la precisión del contenido que publican.
Aunque las plataformas de redes sociales tienen el poder de frenar la desinformación, como critica Lyytinen, a menudo evitan su responsabilidad. Sin regulaciones actuales que entren para hacer cumplir un monitoreo más estricto, parte de la responsabilidad recae en los usuarios para adoptar prácticas de intercambio informadas y cautelosas.