Es la gala de vestuario más prestigiosa del mundo, donde cada hilo cuenta, y quién llevas puesto es tan importante como dónde te hospedas. La Met Gala ha pasado de ser un evento elitista de recaudación de fondos a un espectáculo social y de celebridades, planteando una nueva pregunta que genera revuelo cada año: “¿Dónde te hospedas?” Esto ha llevado a una selección de hoteles élite del Upper East Side, como The Mark y The Carlyle, al ojo público como los epicentros pre-Gala, donde las estrellas se involucran en rituales de preparación dignos de su propio protagonismo.

Un Prestigioso Preludio a la Gala

A medida que la emoción de la Met Gala desciende, los distinguidos hoteles se convierten en el escenario para los equipos de estilismo y costureras de las celebridades. Estos baluartes de la hospitalidad se transforman en ambientes de alta presión donde cada detalle de la próxima muestra de moda se orquesta meticulosamente. “En ese día, el café es el rey,” reflexiona Etienne Haro, el gerente general de The Mark, reiterando la frenética energía que recorre este laberinto glamoroso donde “cada año todo está alquilado.”

La Tradición del Lunes de la Met

Las contribuciones de The Mark y The Carlyle al aura de la Met Gala van más allá del mero alojamiento; ellos albergan un vibrante evento de mini alfombra roja. Desde 2017, cuando The Mark desplegó su icónica alfombra roja de camión de bomberos—un homenaje que ha capturado la imaginación desde entonces—la escena fuera de estos hoteles ha cobrado vida propia. El enfoque innovador de The Mark es un “extra momento de prensa” que se fusiona sin esfuerzo con la grandeza del evento principal.

Una Semana de Glamour y Artesanía

Cada hotel, actuando como un taller de moda temporal, alberga no solo celebridades sino los hábiles artesanos del mundo de la moda. Con la Gala del año pasado temáticamente dedicada a Karl Lagerfeld, The Mark acogió a antiguas costureras de Chanel, creando momentos emocionales que perduran en los límites de la historia de la alta costura.

Máxima Expectación: Un Foco Pre-Gala

Donde figuras icónicas de la moda como Anna Wintour han llamado desde hace tiempo a The Mark su hogar en los Lunes de la Met, otros nombres ilustres, incluyendo a Nicole Kidman y Naomi Watts, encuentran un espíritu afín en estos venerados salones. Gustav Witzøe captura la expectación cargada antes de salir al torbellino de flashes y fans aclamando: “La energía palpitante—eso es cuando todo se vuelve real.” Según GQ, la fervorosa atmósfera fuera de The Mark evoluciona año con año, señalando su estatura como “una segunda alfombra roja de la Gala.”

El Glamuroso Trayecto

A medida que las celebridades se preparan para engalanar el evento principal, sus salidas orquestadas les ofrecen un preludio calmante pero eléctrico. En medio de la cobertura instantánea de las redes sociales y la acción de la prensa, The Mark alcanza orgullosamente nuevas alturas—su momento en la alfombra roja es ahora “el evento hotelero recurrente más visto del mundo,” como Haro se jacta, subrayando su lugar indiscutible en el tejido arquitectónico y cultural de la Met Gala.

Desde suites meticulosamente preparadas hasta elaboradas despedidas fotográficas, la serie de experiencias sensoriales dentro de estos dorados hoteles establecen no solo la moda, sino el escenario para una noche definida por el estilo, la opulencia y la creatividad. En estos relucientes corredores de The Mark, The Carlyle, y más allá, las historias de textiles, personalidades y emociones se entrelazan en el gran tapiz de la Met Gala.

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