En el mundo actual, en rápida digitalización, el ámbito político ha encontrado un nuevo campo de batalla: las redes sociales. Plataformas como Instagram, Facebook y TikTok se han convertido en espacios cruciales para que las figuras políticas comuniquen, participen y, a veces, incluso enfrenten a sus adversarios. Según The Spec, a partir de 2024, casi el 60% de la población global interactúa diariamente en plataformas de redes sociales. Pero, ¿qué implicaciones tiene esto para los políticos y el público al que sirven?
Janis Irwin: Una Política de la Nueva Era
Tomemos a Janis Irwin como ejemplo. Representante de la zona de Edmonton-Highlands-Norwood, Irwin ha aprovechado el poder de las redes sociales con 72,000 seguidores solo en Instagram. Como miembro queer de la generación millennial, sus seguidores disfrutan de una mezcla de su vida personal y profesional, estrechando la brecha entre el elector y el elegido de una manera que los medios tradicionales nunca podrían.
El enfoque de Irwin subraya un cambio significativo en el compromiso político. Los políticos, que antes dependían únicamente de los medios de comunicación tradicionales, ahora son los curadores de sus propias narrativas, llegando a los constituyentes directamente a través de canales personales. Esta autenticidad resuena con muchos, pero también conlleva sus propios desafíos y críticas.
El Poder Pervasivo de las Plataformas
La influencia de las redes sociales no se limita solo a los políticos. Empresas como Meta (propietaria de Facebook e Instagram) y Alphabet Inc. (propietaria de Google y YouTube) reportan ganancias astronómicas por ingresos publicitarios en estas plataformas, ilustrando su alcance y poder dentro del ámbito público. A partir de 2024, los ingresos publicitarios de Meta por sí solos superaron los 135 mil millones de dólares estadounidenses, un testimonio de cuán profundamente están arraigadas las redes sociales en nuestras vidas diarias.
Las estadísticas son reveladoras. En Canadá, alrededor del 80% de la población utiliza estas plataformas, con un tiempo diario promedio cercano a dos horas. Ya sea un adolescente en Ontario o un anciano en Alberta, el atractivo de las redes sociales es innegable.
Críticas y Preocupaciones
Sin embargo, la influencia de las redes sociales no es totalmente benigna. Los algoritmos personalizados a menudo crean cámaras de eco, reforzando creencias existentes y, a veces, guiando a los usuarios hacia ideologías radicales. Irfan Chaudhry, un académico de la Universidad MacEwan, enfatiza que los actores malintencionados persisten en línea porque las redes sociales les ofrecen un poder y una plataforma que no están disponibles en el mundo fuera de la red.
Además, la transición de una plataforma potencialmente positiva a lo que Nenshi describe como un “campo de batalla antisocial” resalta los aspectos más oscuros del compromiso político en línea. Políticos como Irwin enfrentan vitriolo sin restricciones y monitorear amenazas se convierte en parte de su rutina diaria.
Navegando el Paisaje Político Digital
Janis Irwin ejemplifica cómo los políticos navegan este complejo paisaje. A pesar de las amenazas y la negatividad, aprovecha su presencia en línea para abogar por la esperanza y la comunidad, particularmente para los grupos marginados. Al bloquear trolls y enfocarse en la construcción de comunidades tanto en línea como fuera de ella, Irwin y otros como ella buscan contrarrestar la negatividad con positividad y acción.
Un Llamado al Optimismo Cauteloso
Navegar en las redes sociales en la política es semejante a caminar por una cuerda floja. Ofrece oportunidades de acceso y participación sin precedentes mientras expone tanto a políticos como al público a riesgos. A medida que estas plataformas continúan evolucionando, también debe hacerlo nuestro enfoque, asegurando que estas herramientas sirvan a los procesos democráticos en lugar de interrumpirlos.
En un futuro donde la interacción digital es inevitable, personas como Irwin nos recuerdan que, entre el ruido y el caos, existe potencial para una conexión genuina y progreso.